La silvicultura inició en la Edad de Piedra y siguió avanzando hasta alcanzar a los señores feudales de Europa Central que aprovechaban los bosques como una fuente de recursos. Se extendió al siglo XVII en Alemania y al inicio los silvicultores buscaron regenerar especies útiles para asegurar sostenibilidad a largo plazo. La silvicultura nació por necesidad como un resultado de una explotación sin restricciones en lugares naturales que eventualmente provocó una grave escasez de madera. Conforme pasaba el tiempo y los silvicultores comparaban los resultados de las manipulaciones de sus instalaciones con los cambios en los lugares naturales y observaron que existían patrones similares. Observaron también algunas especies que se regeneraban de ciertas maneras, y que usaban semilleros y entornos específicos para la germinación y el crecimiento.
Sobre este conocimiento básico comenzaran a experimentar con diferentes patrones de corte, dejando árboles uniformes en diferentes densidades y pequeñas aberturas de diferentes tamaños y formas. Finalmente, entendieron que ciertas especies podían ser manejadas en ciertos sitios con un programa similar de tratamientos para producir rendimientos predecibles a lo largo del tiempo y categorizaron programas de tratamientos en los sistemas silvícolasque conocemos hoy.
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